Una startup poco conocida en China va a convertirse este año en la primera empresa que venda teléfonos flexibles, en un intento por eclipsar a Samsung Electronics Co., que está dando los primeros pasos en la tecnología de pantalla flexible.
Moxi Group, con sede en Chongqing, dice que tendrá listos 100.000 dispositivos en 2016. En ese momento serán únicos en el mercado. Los teléfonos, que se venderán por unos 5.000 yuanes (765 $) cada uno, están diseñados para ser enrollados como si fueran un brazalete, por lo que los usuarios los podrán llevar en las muñecas como si de relojes se tratara. Las pantallas táctiles funcionan tanto cuando el teléfono está enrollado como extendido.
Por ahora, estos teléfonos solo contarán con pantallas en blanco y negro, pero habrá una versión a color en el futuro. Sin embargo, Moxi podrá presumir de ser el primer fabricante de teléfonos móviles en sacar smartphones flexibles al mercado.