Las fuerzas de seguridad de Venezuela lanzaron el jueves gases lacrimógenos para detener el paso de cientos de manifestantes que protestaban por la escasez de alimentos al grito de "queremos comida", cerca del palacio presidencial.
Policías y militares impidieron que los manifestantes se mantuvieran en la avenida que conduce al Palacio de Miraflores, una zona habitualmente pro oficialista.
Las fuerzas de seguridad han contado con la inestimable colaboración de los grupos de choque del chavismo para impedir que los disturbios, que también se produjeron en otras zonas del centro de Caracas, se generalizaran.