El Banco de Inglaterra ha rebajado los tipos de interés al 0,25% y ha incrementado su programa de compra de activos (QE por sus siglas en inglés) hasta los 435.000 millones de libras. Sin embargo, algunos expertos creen que el Reino Unido no conseguirá evitar la recesión técnica.
De este modo el Banco ha puesto fin a un periodo de estabilidad de más de siete años en el que los tipos habían permanecido en el 0,50% desde el 5 de marzo de 2009, fecha en la que la institución también estableció un programa de compra de activos mediante la emisión de reservas.
La decisión de recortar los tipos no ha pillado por sorpresa a los analistas, ya que se esperaba que la institución tomara medidas para intentar mitigar los efectos negativos del Brexit en los mercados.