Ericsson tiene previsto recortar unos 3.900 puestos de trabajo en Suecia, perdiendo así la mayor parte de su manufacturación en el país, en un momento en el que compite en el mercado de dispositivos de telecomunicaciones, que actualmente se encuentra en contracción.
La compañía sueca, cuyas acciones han caído aproximadamente un 25% este año, y que busca un nuevo presidente ejecutivo tras la salida en julio de Hans Vestberg, ha anunciado hoy que unos 3.000 puestos desaparecerán en producción, investigación y desarrollo y en otras operaciones, además de 900 consultores.
Esta disminución de puestos de trabajo será un duro revés para Suecia, donde Ericsson es uno de los mayores empleadores. El despido de 1.000 trabajadores en el sector de manufacturación supondrá la eliminación de la mayor parte de la producción de Ericsson en el país, que actualmente representa un 5% de su producción a nivel global.