Un oficial de la policía nacional de Filipinas ha informado al periódico de The Guardian de la existencia de un escuadrón secreto de policía en el país, para acabar con los drogadictos y traficantes de drogas.
Según él, la policía de Filipinas estableció 10 fuerzas especiales secretas, con la orden de matar matar sin juicio a los sospechosos de tráfico y uso de drogas, así como otros delincuentes.
La mayoría de los homicidios se llevan a cabo durante la noche, con los oficiales vestidos de negro y cubiertos con una capucha. La operaciones duran sólo unos minutos: sincronizan sus relojes, esperan unos pocos minutos para asegurarse de que el sospechoso sale de su casa, y luego lo matan. "Con cuidado, con precisión, sin testigos".
Posteriormente la policía se deshace del cuerpo - en alguna ciudad cercana o bajo un puente -, o envuelven la cabeza del cadáver con cinta adhesiva y les ponen un cartel de cartón que lleva escrito "narcotraficante".
Según los oficiales de policía, los escuadrones fueron creados para combatir el tráfico de drogas inmediatamente después de la elección del nuevo presidente Rodrigo Duterte.