Un coche bomba ha explotado este viernes en la ciudad más grande del sudeste de Turquía, dejando al menos un muerto y más de 40 heridos, según indicaron fuentes de seguridad, horas después de que la policía arrestara a los líderes del partido político más grande de la región de mayoría kurda.
La explosión se produjo cerca de una comisaría de Diyarbakir en la que algunos de los líderes del pro-kurdo Partido Democrático de los Pueblos (HDP, por sus siglas en turco) se encontraban detenidos por una investigación sobre terrorismo.
El estallido provocó daños en las fachadas de los edificios cercanos y los bomberos estaban revisando los escombros en busca de personas atrapadas. El ministro de Justicia turco, Bekir Bozdag, dijo que tanto policías como civiles habrían muerto en el incidente.
La detención de los líderes del HDP, el segunda partido más grande de la oposición en el Parlamento, y otros diez de sus diputados, aumentará la inquietud entre los aliados occidentales de Ankara sobre la represión bajo el Gobierno de Tayyip Erdogan.
La medida, que provocó la condena inmediata de la Unión Europea (UE), viene en un momento en el que Turquía ha detenido o suspendido a más de 110.000 funcionarios tras un golpe de Estado fallido en julio y evalúa la reintroducción de la pena de muerte.