Este miércoles, la Comisión Europea ha presentado una reforma de la red eléctrica europea para después de 2020, proponiendo una reducción del malgaste energético, una mejor integración de las redes renovables y la eliminación de las subvenciones a la generación eléctrica a partir de carbón.
El proyecto de ley, que aún debe ser aprobado por los estados miembros y el Parlamento Europeo, establece un objetivo vinculante para reducir el consumo de energía en un 30% para 2030 y que las energías renovables representen al menos el 27% del suministro energético del bloque en 2030.
La propuesta del brazo ejecutivo de la UE limita la prioridad de acceso al mercado mayorista de electricidad de los productores eólicos y solares de nuevos proyectos en países en los que las renovables ya representan un importante porcentaje. Sin embargo, mantendrá los suministros de las instalaciones de tamaño pequeño.
También limita la cuota de los biocarburantes de primera generación, los provenientes de cultivos agrícolas, en el sector transporte al 3,8% en 2030, intentando que los biocarburantes avanzados y la electrificación alcancen el 6,8% en esa fecha.