Los principales fabricantes de coches de Europa están aprovechando la capacidad industrial del continente para construir una red de estaciones de carga ultrarrápidas, en un intento de avivar la demanda de coches eléctricos y acabar con el dominio de Tesla (NASDAQ: Tesla Motors [TSLA]) del mercado.
BMW (XETRA: Bayerische Motoren Werke [BMW]), Volkswagen (XETRA: Volkswagen [VOW3]), Ford (NYSE: Ford Motor Company [F]) y Daimler (ETR: XE:DAI) planean construir en Europa alrededor de 400 estaciones de carga de última generación que puedan recargar un coche eléctrico en cuestión de minutos, en lugar de varias horas.
La larga espera que supone recargar las baterías es una de las principales desventajas de los coches eléctricos respecto a los automóviles convencionales con tanques de gasolina, que pueden rellenarse en unos segundos.
La instalación de nuevas estaciones de carga, y más rápidas, estimularía el mercado general y también ayudaría a los fabricantes de coches tradicionales a disminuir la distancia con respecto a Tesla, el líder en vehículos eléctricos con sede en Silicon Valley, que tiene su propia red de estaciones de carga. Los cargadores de Tesla son los más rápidos de la industria y son incompatibles con los coches eléctricos existentes que hayan sido fabricados por la competencia.
Los nuevos cargadores de 350 kilovatios serían casi tres veces más potentes que los de Tesla.