Según un informe presentado hoy por la organización no gubernamental Transparencia Internacional (TI), la creciente percepción de corrupción y desigualdad social ofrecieron un terreno fértil para el ascenso de políticos populistas en 2016.
El grupo señala que líderes populistas como el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la candidata a la presidencia de Francia Marine Le Pen buscaron reiteradamente establecer vínculos entre una "élite corrupta" y la marginación de la clase trabajadora. Pero los partidos anti-sistema por lo general no lograron disminuir la percepción sobre corrupción una vez que llegaron al poder.
El informe ha sido divulgado dos días después de que un grupo de abogados expertos en asuntos constitucionales presentara una demanda alegando que Trump está "sumergido en conflictos de interés". El mandatario estadounidense rechazó las acusaciones y dijo que el recurso legal no tenía fundamentos.
La organización ha añadido que su último informe revela una corrupción generalizada en el sector público de todo el mundo.
Un 69% de los 176 países considerados estaba por debajo del 50 en una escala de 0 a 100, donde 0 se percibe como altamente corrupto y 100 es considerado "muy limpio".