El gobierno español ha aprobado hoy la ley de desindexación para desvincular el precio de los bienes y servicios de la inflación en el ámbito público.
Esta medida coincide con un gran incremento de la inflación a principios de año cuando la tasa interanual del IPC casi se duplicó del 1,6 al 3,0%. Con la nueva ley los precios de los autobuses y trenes, los peajes de las autopistas o los precios de los medicamentos ya no se modificarán de forma automática en función de la inflación.
El ministro de Economía español, Luis de Guindos, explicó:
"(La ley) protege a la actividad económica general de brotes inflacionistas al impedir que se trasladen entre los distintos sectores de la economía y que cobren carácter permanente".