Los líderes de la Unión Europea se reúnen hoy en Malta para aprobar los planes con los que impedir una nueva oleada de inmigrantes por mar a Italia desde África, pero no están seguros de que se halle una solución rápida.
A pesar de los planes de iniciar las conversaciones sobre el Brexit el próximo mes, la primera ministra británica, Theresa May, acudirá a la reunión, lo que hará recordar que el país, junto con Francia, es una de las principales potencias militares del bloque y de los primeros donantes de ayuda a África.
May también informará a sus 27 colegas de su visita de la semana pasada al presidente estadounidense, Donald Trump, cuyo respaldo al Brexit, dudas sobre el libre comercio, vetos a los refugiados y efusión con respecto a Rusia han despertado las alarmas en Europa.
Un acuerdo con Turquía el año pasado redujo a la mitad el flujo de refugiados que había llevado a un millón de inmigrantes a Alemania a través de Grecia. Ahora la UE vuelve su vista hacia Italia, adonde llegaron un récord de 181.000 personas en 2016.
Los riesgos que estas personas corren en las aguas serán subrayados cuando los líderes renueven sus promesas de ayudar mejor a los africanos para que no tengan que abandonar sus países.
La hostilidad hacia la inmigración ha reforzado los movimientos nacionalistas y antieuropeístas, creando un potente incentivo para que líderes como Merkel quieran parecer tener todo bajo control.