Los ingresos del Estado Islámico provenientes de las ventas de petróleo disminuyeron en 2016 a casi la mitad, dijo el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, en el cuarto informe sobre la amenaza de ISIS:
"Según las estimaciones de la Misión de las Naciones Unidas de Asistencia para Iraq (UNAMI por sus siglas en inglés), la venta ilegal de petróleo le ha proporcionado a ISIS alrededor de 260 millones de dólares, en su mayoría de los yacimientos de petróleo de Deir ez-Zor, Siria, en comparación con los 500 millones de 2015".
La razón de la fuerte disminución de los beneficios es la presión militar que está sufriendo la organización y los problemas internos relacionados con la malversación y la corrupción.
El secretario general de la ONU ha señalado que el grupo terrorista se encuentra en crisis. Además, ha afirmado que la capacidad de atraer nuevos combatientes también ha disminuido, y que cada vez más miembros están abandonando el campo de batalla.
Sin embargo, Guterres ha subrayado que, a pesar de la reducción de los ingresos, el grupo todavía cuenta con "fondos suficientes para continuar la lucha". Muchos terroristas están dispuestos a combatir sin una recompensa monetaria.
Guterres también ha advertido que el riesgo de ataques terroristas, incluyendo en aeropuertos y aviones, sigue siendo alto.