Tras registrar pérdidas neta de 2.440 millones de francos suizos (2.430 millones de dólares) en 2016, siendo su segundo año consecutivo en números rojos, Credit Suisse ha indicado que está examinando alternativas a la planeada salida a bolsa de su negocio en Suiza.
Con apenas año y medio en el cargo, el consejero delegado Tidjane Thiam ha dirigido al segundo banco suizo más hacia la banca privada y menos hacia la banca de inversión. El banco también recortó 7.250 puestos de trabajo netos en 2016 mientras intenta reducir costes en miles de millones de dólares, por lo que ha dicho que los despidos continuarán en 2017.
"Estamos fijando ahora un objetivo de entre 5.500 y 6.500 en 2017", dijo el director financiero David Mathers en una teleconferencia con analistas.
El banco no ha especificado dónde recaerían estos recortes adicionales, aunque ha señalado que incluirían a contratistas, consultores y empleados.