Según el Instituto Nacional de Estadística, la inflación alcanzó el mes pasado su nivel más alto desde octubre de 2012 debido a la significativa subida de los precios de la energía y los alimentos.
El efecto de la subida de los combustibles se ha dejado notar especialmente en el transporte, que ha subido un 7,6% su tasa. Por su parte, el grupo de la vivienda se ha encarecido un 7,4% debido a la subida de la electricidad y al impacto del precio de los carburantes en el gasóleo para calefacción y el gas.
Puesto que España es uno de los mayores importadores europeos de energía, es bastante vulnerable a los cambios de sus costes.