EL futuro incierto del Banco Popular no ha logrado disiparse tras la llegada de Emilio Saracho el pasado 20 de febrero, aunque cabe destacar que la situación ha mejorado ligeramente. El banco sigue siendo una presa fácil a pesar del saneamiento llevado a cabo durante el año pasado.
Su nivel de capital regulatorio era del 8,17% en diciembre, por debajo del 10,5% que le exigirá el BCE en enero de 2019, y también por debajo de la media del sector.
Uno de los proyectos para estabilizar el banco era Sunrise. Este era el proyecto estrella de Ron para eliminar gran parte de su cartera inmobiliaria.
La idea consistía en traspasar a este vehículo unos 6.000 millones de euros en activos inmobiliarios. Otra opción que tiene Popular es acudir al banco malo europeo que tiene previsto crear el BCE, aseguran fuentes del mercado.