Tras cerrar el pasado ejercicio en su nivel más bajo de los últimos siete años, la tasa de paro en España repuntó ligeramente en el inicio de 2017, poniendo de manifiesto el difícil camino de la recuperación del mercado laboral español a pesar del sólido crecimiento económico del país.
En un trimestre habitualmente malo para el empleo, que este año no se benefició con las contrataciones de Semana Santa, la tasa de paro subió entre enero y marzo hasta el 18,75% de la población activa, una décima más que en el trimestre anterior.
Según la Encuesta de Población Activa (EPA) que ha publicado hoy el Instituto Nacional de Estadística, el número de parados se incrementó en 17.200 personas, su mayor aumento en un primer trimestre desde 2013.
Pese a que la tasa de desempleo ha caído desde un máximo cercano al 27% alcanzado a principios de 2013, sigue siendo una de las más altas de la Unión Europea, y los economistas señalan la dificultad de rebajarla aún más ante la ausencia de un modelo económico alternativo al inmobiliario, cuyo derrumbe provocó una profunda crisis entre 2008 y 2013.