Los resultados de Banco Popular han vuelto a sufrir a comienzos de 2017 el lastre de su negocio inmobiliario, mientras la nueva dirección del grupo intenta llevar a cabo una limpieza del balance.
Durante el primer trimestre, Popular registró pérdidas de 137 millones de euros, tras realizar provisiones de 496 millones de euros debido al incremento de las dotaciones del negocio inmobiliario.
El margen de intereses fue de 500 millones de euros, un 9,4% menos que un año antes, frente al pronóstico de los analistas de 505 millones de euros.
El banco asegura que durante los 3 primeros meses de 2017 ha realizado una reducción neta de los activos improductivos por importe de 569 millones, "lo cual supone un cambio de tendencia muy positivo" en la gestión del negocio inmobiliario.