La japonesa Takata, un fabricante de airbags para automóviles y otras piezas de respuesto, ha presentado su solicitud de protección por bancarrota en EE. UU. y Japón.
Los representantes de la empresa han informado de que esta medida le permitiría reemplazar los airbags defectuosos que han explotado bajo determinadas condiciones meteorológicas. La explosión de varios de estos airbags ha provocado la muerte de más de 10 personas, mientras que otras 180 han resultado heridas. Los airbags defectuosos de la empresa han dado lugar a una de las revisiones de coches más importantes de la historia, ya que son muchos los fabricantes que incluían los airbags de la marca.
El director ejecutivo y presidente de la empresa, Sigehisa Takada, ha dicho que él y otros ejecutivos de la empresa abandonarán su cargo una vez sea aprobado el calendario de reestructuración de la empresa.
Como parte de los planes de protección de bancarrota, KSS compraría casi todos los activos de Takata, salvo aquellos relacionados con los infladores involucrados en la retirada global.