Apple (NASDAQ: AAPL) y sus socios se han encontrado con problemas en la producción del nuevo iPhone, cuya presentación está programada para el 12 de septiembre, según ha informado el Wall Street Journal. En este sentido, la empresa y los consumidores podrían enfrentarse a una falta de suministro.
Esta situación puede deberse a unas dificultades en el montaje del nuevo iPhone que han obligado a la empresa a cambiar el calendario de producción. Foxconn, socio de Apple, ha empezado a pagar bonos a sus empleados con el fin de acelerar el trabajo, y ha ampliado sus instalaciones de producción en China. Sin embargo, según algunas fuentes, estas medidas podrían no ser suficientes.
Así, los problemas en el proceso de producción podrían dar lugar a una escasez en el suministro de nuevos iPhones y a retrasos en su entrega a los consumidores.
Según la publicación, Apple había planeado reemplazar el botón físico con un sensor de huella dactilar e incrustar un escáner en la pantalla. Sin embargo, la empresa no ha tenido tiempo suficiente para hacerlo, por lo que lo más probable es que el nuevo iPhone se pueda desbloquear con una contraseña normal o con la ayuda del reconocimiento facial.
Además, en las pantallas OLED del nuevo iPhone, la capa táctil estará separada de la pantalla, a diferencia de los teléfonos inteligentes de Samsung, en los que se combinan el sensor y la pantalla, según ha informado el WSJ. La fabricación de este tipo de pantallas no es fácil, lo que aumenta el riesgo de errores de producción.
Apple, Foxconn y Samsung se han negado a hacer comentarios sobre la información. Las ventas del nuevo modelo de iPhone podrían comenzar el próximo 22 de septiembre.