La Comisión Australiana de Valores e Inversiones (ASIC por sus siglas en inglés) ha publicado una guía para empresas que planean llevar a cabo ICOs, según ha informado The Sidney Morning Herald.
Tal y como indica la ASIC, las ICOs pueden realizarse de forma anónima, y los inversores prácticamente no están protegidos.
"Una ICO es una inversión altamente especulativa, en su mayoría no regulada, y la probabilidad de perder sus inversiones es alta. Antes de invertir, los consumidores deben entender los riesgos asociados, incluyendo la posibilidad de que la colocación sea llevada a cabo por estafadores", según ha dicho el representante de la ASIC John Price.
En Australia, la condición jurídica de las ICOs depende de sus circunstancias. La ASIC ha declarado que las ICOs podrían ser un esquema de inversión gestionada, una oferta de acciones, un derivado o un medio de pagos no monetarios. En algunos casos, la colocación puede ser regulada por la legislación sobre protección de los consumidores, en otros - por las normas del derecho corporativo.
Los detalles dependen de qué tipo de derechos otorga a los inversiones una moneda determinada. Típicamente, las condiciones de la colocación se describen en el White Book, el documento principal que acompaña a las ICOs.
Aunque las ICOs suelen ser consideradas como un método de recaudación colectiva, la ASIC la dicho que este instrumento no está cubierto por la legislación en materia de financiación colectiva, que entra en vigor hoy.
"Si la moneda pertenece a la definición de producto financiero, entonces la moneda, su emisor y cualquier intercambio en el que se negocie están sujetos a las normas existentes. Si la moneda no es un producto financiero, los inversores deberán revisar cuidadosamente la documentación de la ICO, ya que en este caso no se aplicará el régimen de protección de inversores previsto en la ley corporativa", según ha dicho Peter Reeves, socio del bufete Gilbert and Tobin.
Según diversas fuentes, desde principios de año se han recaudado alrededor de 2.000 millones de dólares a través de ICOs. Los reguladores de todo el mundo están empezando poco a poco a preocuparse por los riesgos que conlleva este mercado completamente incontrolado. A finales de julio, la Comisión de Valores y Bolsa de EE. UU. (SEC) equiparó las monedas con los valores.
Un mes más tarde, el Banco Popular de China prohibió las ICOs, calificándolas de actividad financiera ilegal, y ordenó a los emisores que devolvieran los fondos a los inversores. Hoy, Corea del Sur ha prohibido las ICOs.