Los mayores bancos de inversión Goldman Sachs Group Inc. y JPMorgan Chase & Co. permiten a los inversores apostar por la próxima crisis financiera, según ha informado Bloomberg.
Los bancos actúan como creadores de mercado de los swaps para obtener ingresos agregados: derivados que permiten a los inversores apostar en bonos bancarios de alto riesgo y que pueden ser cancelados por el regulador en el caso de que el el prestamista tenga problemas.
Otros bancos de inversión también están barajando la posibilidad de lanzar el comercio de estos instrumentos en las próximas semanas, según ha dicho a Bloomberg Max Ruscher, director del departamento de índice de préstamos de IHS Markit Ltd.
El activo subyacente para estos derivados son los bonos AT1, que los bancos comenzaron a emitir después de la crisis de deuda europea. Fueron desarrollados con el fin de evitar que los contribuyentes participen en el rescate de los bancos con dificultades.
Según el Bank of America Merrill Lynch, el rendimiento medio de estos títulos es de alrededor del 4,7%, es decir, más o menos de 10 veces superior al de los bonos bancarios de alto nivel.
En un momento en el que los tipos de interés se encuentran cercanos a cero en muchos países, la demanda de estos títulos ha crecido y ahora el volumen de mercado es de 150.000 millones de dólares.
Los inversores que quieren cubrir los riesgos de la caída de los precios de los bonos AT1 o una nueva crisis bancaria han empezado a mostrar interés en los nuevos derivados. Dichos riesgos aparecieron en junio, después de la cancelación de los títulos AT1 emitidos por el Banco Popular Español SA, durante la liquidación de la situación financiera del banco.
Los swaps de ingresos agregados le permiten cubrir las inversiones en la cesta AT1, y los operadores pueden obtener ingresos multiplicados o grandes pérdidas sin comprar los bonos subyacentes y formar una garantía significativa.