Un experimento de un grupo de investigación holandés tiene como objetivo acercar a los seres humanos a este mundo mediante el uso de la energía humana para minar recursos digitales. El equipo de investigación y desarrollo del Instituto de Obsolescencia Humana (IoHO), con sede en Holanda y dirigido por Manuel Beltrán, está minando criptomonedas mediante un traje especial para el cuerpo que aprovecha el calor del cuerpo humano para convertirlo en una fuente de energía sostenible.
Beltrán, fundador del Instituto de Obsolescencia Humana, desafía la idea de que la tecnología no puede sustentarse con nuestros recursos actuales, ya que cree que el cuerpo humano es una gran fuente de energía. El instituto ha estado llevando a cabo varias investigaciones, y el proyecto actual se ha centrado en la minería de criptomonedas. Las últimas pruebas, que se han desarrollado durante 212 horas, han contado con 37 participantes.
Al ponerse estos trajes especiales, los participantes del experimento del IoHO han logrado generar 127,2 vatios de potencia con los que han minado 16.590 tokens vertcoin, dash, ethereum, litecoin, startcoin y lisk. Según los investigadores, los seres humanos somos capaces de generar 100 vatios mientras descansamos, y el 80% de esa energía se desperdicia la mayor parte del tiempo.
El IoHO ha revelado:
"Un solo cuerpo humano en reposo es capaz de generar 100 vatios de calor, por lo que hemos creado un traje que utiliza unos generadores termoeléctricos con el fin de recoger la diferencia de temperatura entre el cuerpo humano y el ambiente y convertirlo en electricidad utilizable".
La electricidad generada es utilizada para alimentar un ordenador que mina criptomonedas.
Estos investigadores holandeses creen en el gran potencial del cuerpo humano para producir capital. Para minar criptomonedas, el trabajador tan solo tiene que acostarse y "no hacer nada". El traje hace todo el "trabajo", haciendo que el calor corporal acabe convirtiéndose en criptomonedas.