Las criptomonedas podrían convertirse en una forma de dinero real en los países en desarrollo, según los analistas de Goldman Sachs Group.
Las monedas de muchos países del África subsahariana han perdido su valor debido a la alta inflación y a la escasez de productos básicos. Como resultado, en la República Democrática del Congo, más del 90% de los depósitos y préstamos están denominados en moneda extranjera y Zimbabue desmonetizó su moneda en 2015. El bitcoin también podría ser útil en regiones donde los gobiernos imponen reglas estrictas para el uso de las monedas de otros países.
"En las últimas décadas, el dólar estadounidense ha cumplido su cometido relativamente bien", señalan en el informe los analistas de Goldman Sachs Zach Pandl y Charles Himmelberg. Sin embargo, en los países y segmentos del sistema financiero donde los servicios financieros tradicionales no están bien desarrollados, la criptomoneda podría convertirse en una "alternativa viable", afirman.
Si la criptomoneda acaba generalizándose, los inversores deberían ir olvidándose de los astronómicos ingresos que han estado recibiendo hasta ahora.
"Nuestra hipótesis de trabajo es que los rendimientos a largo plazo de la criptomoneda serán iguales (o ligeramente inferiores) al crecimiento de la producción real mundial. Por lo tanto, la criptomoneda debe ser considerada como un activo de bajo rendimiento o rendimiento cero o un activo defensivo, como el oro u otros metales", afirman.