Las autoridades islandesas han enviado una investigación a China sobre 600 plataformas de minería que fueron robadas del país a principios de este año.
La historia detrás del "Gran Atraco de Bitcoin" islandés ha empezado a parecerse al guión de una película de éxito.
La recompensa de 60.000 dólares, prometida por el propietario del equipo robado para obtener información sobre la ubicación de los dispositivos, todavía no ha sido pagada, pero la policía local ha acabado encontrando una pista después de ser contactada por una agencia de noticias china.
A finales de abril, la policía de Tianjin, norte de China, confiscó la misma cantidad de ordenadores mineros de bitcoin después de que la red eléctrica local detectara un nivel anormal de consumo de electricidad. Según los medios de comunicación chinos, este podría ser el "mayor caso de robo de electricidad de los últimos años".
Tal y como se informó anteriormente, el principal sospechoso relacionado con el robo está a la espera de ser extraditado a Islandia desde los Países Bajos, donde fue detenido tras escapar de una prisión de baja seguridad y huir a Suecia con un documento de identidad falso.
Preparado por José Rodríguez