El token Turcoin, que fue presentado como la primera moneda nacional de Turquía, ha resultado ser un esquema fraudulento. Según el diario turco Hurriyet Daily News, el fundador del proyecto ha desaparecido del país y se ha llevado consigo el dinero de los inversores, valorado en millones de dólares.
¿Por qué es importante?
- Por desgracia, el mundo de las criptomonedas está plagado de esquemas fraudulentos. En 2017, los ciberdelincuentes robaron alrededor de 300 millones de dólares a través de ICOs, o el 7% de todos los fondos recaudados durante ese año a través de ese método de financiación. Según los expertos, solo durante los dos primeros meses de 2018, los estafadores se han hecho con 1.360 millones de dólares.
Muhammed Satıroğlu y Sadun Kaya lanzaron en 2017 con la ayuda de Hipper la criptomoneda Turcoin. El proyecto atrajo la atención de la prensa, organizó recepciones de lujo, contó con la participación de muchas celebridades turcas y llegó incluso a regalar coches caros a sus primeros inversores. La criptomoneda fue promocionada a través de la televisión turca. Los creadores del token dijeron que su intención era convertir al Turcoin en una criptomoneda nacional. En febrero, el Turcoin recibió el apoyo de los legisladores turcos.
Sin embargo, parece que el único objetivo del proyecto era quedarse con el dinero de los inversores. Cada nuevo participante invertía dinero, lo que generaba ingresos para el resto. Cuando aparecieron las primeras dudas sobre la legalidad de la empresa y dejaron de invertir nuevos participantes, el esquema Ponzi se desplomó. A principios de junio de 2018, la empresa dejó de pagar dividendos.
"Yo no era más que un intermediario. Nuestra empresa Hipper no tiene un solo dólar en el banco. Todo el dinero fue a la empresa de Sadun Kaya en Chipre", dice Satıroğlu, dueño del 49% de Hipper.
Kaya, quien posee el 51% restante de la empresa, ha dejado de responder a las llamadas de teléfono. Satıroğlu ha dejado claro que él no ha huido con el dinero y que está listo para devolvérselo a los clientes en cuanto el estado desbloquee sus cuentas bancarias. Sin embargo, el cofundador se ha negado a hablar sobre la empresa chipriota de Kaya o sobre dónde podría estar ahora. Satıroğluu y un grupo de inversores defraudados han demandado a Kaya, acusándolo de robar 1.000 millones de liras turcas (en torno a unos 212 millones de dólares) de unos 10.000 inversores.
"Estoy sin blanca. No sé qué hacer", dice uno de los inversores que invirtió 560.000 liras (117.000 dólares) en Turcoin.
Preparado por José Rodríguez