Roland Stadler, especialista en análisis de datos senior de PwC Switzerland, ha dicho que aunque todos los activos digitales parecen iguales “a simple vista”, cuando son examinados más de cerca, podemos darnos cuenta de que tienen unas finalidades distintas.
Stadler ha dividido los activos digitales en tres categorías: monedas como el bitcoin, tokens de servicio y tokens de inversión.
Según el experto, las monedas digitales como BTC son tanto un instrumento de pago como una red de pago que puede utilizarse sin la participación de una institución central. Los tokens de servicio son "combustible" para el uso de un software o un servicio. Este ha hecho referencia a los contratos inteligentes basados en ethereum para ilustrar la diferencia entre el BTC y el ETH, afirmando que aunque ambos son utilizados para especular, "no podrían ser más diferentes".
La tercera categoría, los tokens de inversión, son los valores digitales como las acciones de empresas o los derechos sobre los beneficios futuros de un proyecto. Stadler afirma que los tokens de inversión pueden ser "complicados" desde una perspectiva regulatoria, ya que podrían ser regulados de acuerdo con los mismos requisitos regulatorios con los que se regulan las salidas a Bolsa de las empresas.