Según un artículo de análisis escrito por el miembro de la dirección general de economía y estadística Galo Nuño, y publicado el pasado 30 de julio por el Banco de España, una moneda digital emitida por un banco central podría tener "importantes" efectos sobre la transmisión de la política monetaria, aunque ha pedido cautela al respecto debido a la incertidumbre y los riesgos asociados.
¿Por qué es importante?
- Según el autor, existen tres motivos principales por los que los bancos centrales barajarían la posibilidad de lanzar una criptomoneda propia: menor demanda de efectivo en algunas jurisdicciones, la posible mejora de algunos aspectos del funcionamiento de los sistemas de pago, y potenciales mejoras en la transmisión de la política monetaria.
- Cabe destacar que de acuerdo con el documento, el principal riesgo asociado al lanzamiento de una CBDC es tecnológico. Si esta acabara siendo creada, con carácter no anónimo, y basado en una tecnología semejante a la de los medios de pago electrónicos existentes, supondría unos importantes costes en términos de infraestructura y de requerimientos operativos y exigencias normativas. Si por el contrario, se produce la creación de una CBDC anónima, sería necesario adaptar la tecnología en la que se basan las criptomonedas a un escenario bastante diferente. Un fallo en cualquiera de los dos escenarios podría ser perjudicial para el conjunto de la economía.
De acuerdo con Galo, el primer motivo por que que un banco central consideraría lanzar una CBDC podría ser el impacto que una posible sustitución del dinero en efectivo por medios de pago digitales podría tener sobre los beneficios que reciben los bancos centrales por la emisión de monedas.
En segundo lugar, según algunos estudios, el lanzamiento de una moneda digital de banco central podría mejorar determinados aspectos relacionados con el funcionamiento de los sistemas de pago. No obstante, no se ha demostrado por qué estas mejoras deberían provenir de una moneda digital pública lanzada por un banco central y por qué no se podrían conseguir a través de las monedas digitales privadas ya existentes.
En tercer lugar nos encontramos con la posible mejora en la transmisión de la política monetaria. Si la CBDC es remunerada, su tipo de interés pasaría a ser un instrumento clave para la implementación de la política monetaria convencional, ya que esta afectaría a las decisiones de ahorro e inversión de las familias y empresas. Esto permitiría desvincular, al menos en parte, la transmisión de la política monetaria de la situación financiera de los bancos, lo que a su vez podría ser especialmente importante durante crisis financieras.
A modo de conclusión, el documento señala que los bancos deberían adoptar una actitud vigilante, analizando los avances tecnológicos así como sus posibles aplicaciones en sus diversos ámbitos de responsabilidad y evitando posibles riesgos. Por lo que a pesar de destacar las ventajas del lanzamiento de una moneda de banco central, no defiende que esto sea algo que deba producirse ahora mismo.
Recordemos que los bancos centrales de algunos países han hecho públicos sus planes de lanzar una criptomoneda de banco central. Por ejemplo, el banco central de China anunció en enero que tiene la intención de lanzar su propia criptomoneda, aunque este informó de que no se construiría sobre un blockchain.