Un grupo de empresas de tecnología financiera se ha unido con el fin de presionar a los legisladores y reguladores en relación con las criptomonedas, según ha informado Bloomberg.
Las empresas, todas con sede en el área de San Francisco, incluyen a Ripple, una empresa independiente llamada Ripple Works, así como a la empresa de pagos digitales Coil, la firma de inversión Yaka y la startup PolySign. El Lobby Group cooperará con ellos, representará sus intereses en la comunicación con las autoridades del gobierno y recibirá por sus servicios 25.000 $ y 10.000 XRP al mes.
Esta iniciativa llega justo en un momento en el que Congreso y varias agencias como la Comisión de Bolsa y Valores están intentando averiguar qué tipo de reglas federales deberían ser aplicadas a los tokens digitales y a la tecnología blockchain. Entre las preocupaciones de las autoridades se encuentran la volatilidad del mercado, las ICOs fraudulentas y el uso de criptomonedas en actividades delictivas como el tráfico de drogas.
Uno de los asuntos de mayor importancia para Ripple es si los tokens XRP, estrechamente vinculados a la empresa, son considerados valores y están sujetos a la regulación de la SEC. La agencia ya ha dicho que otras importantes criptomonedas, el bitcoin y el ethereum, no lo son.