Grin, una criptomoneda centrada en la privacidad lanzada en enero de 2019, acaba de activar su primer hard fork, según ha informado CoinDesk.
Esta nueva actualización tiene como objetivo optimizar la descentralización de la red de 60 millones de dólares y aumentar la facilidad del minado de la criptomoneda.
John Tromp, desarrollador de la criptomoneda, ha dicho que incluso antes de que se produjera el lanzamiento de la altcoin, ya estaba previsto que se llevara a cabo 1 hard fork cada 6 meses durante sus 2 primeros años de existencia.
Según ha informado este, la actualización, que tuvo lugar ayer, no ha sido una actualización en sí, ya que en realidad la red anterior ha dejado de funcionar y los usuarios de la criptomoneda se han visto obligados a actualizar su software para seguir usando la moneda.
Este ha añadido que, "en un hard fork normal, se crea una nueva versión del blockchain, incompatible con la anterior, que sigue funcionando. Sin embargo, en el caso de Grin, la red anterior ha dejado de estar operativa".
Una de las novedades más importantes de esta actualización ha afectado al minado de la criptomoneda en un intento por evitar el desarrollo de dispositivos especiales para minar Grin.