El emisor de tarjetas de débito Wirecard se ha declarado en bancarrota después de que el auditor Ernst & Young (EY) no haya confirmado que la empresa cuenta con 1.900 millones de euros en sus cuentas, según ha informado Reuters.
El equipo de gestión de la empresa ha presentado ante un tribunal de Múnich una declaración en relación con una "inminente insolvencia y una deuda excesiva". El hundimiento de Wirecard podría convertirse en la primera bancarrota de una empresa alemana incluida en el índice bursátil DAX.
El Banco Central de las Filipinas no ha sido capaz de confirmar que los 1.900 millones de euros perdidos (alrededor del 32% de los activos que supuestamente gestiona la empresa) se encontraban almacenados en cuentas fiduciarias en instituciones financieras del país.
Kris Marszalek, director ejecutivo de Crypto.com, una empresa con la que Wirecard se había asociado, ha dicho que los fondos de los clientes están a salvo en cuentas segregadas con otro banco, tal y como exige la Autoridad de Supervisión Financiera (FCA, por sus siglas en inglés) del Reino Unido.
La capitalización de mercado de Wirecard se ha desplomado más de un 90% después de que el auditor se negara a firmar el informe de 2019, lo que ha dado lugar a que el director ejecutivo de la empresa, Markus Braun, abandonara su cargo y fuera arrestado el pasado 23 de junio.
Los fiscales de Múnich creen que Braun infló los números de la empresa con el fin de incrementar su atractivo a ojos de los inversores.