El Departamento de Justicia de EE. UU. dará a las investigaciones relacionadas con el ransomware la misma prioridad que a los casos de terrorismo, según ha informado Reuters citando a un alto funcionario del departamento.
Los fiscales estadounidenses han recibido una notificación interna según la cual la información sobre los ataques de ransomware será transmitida a un grupo de trabajo recientemente creado en Washington. El fiscal general adjunto interino del Departamento de Justicia, John Carlin, ha dicho al respecto:
"Se trata de un proceso dedicado para garantizar que hacemos un seguimiento de todos los ataques de ransomware, independientemente de la ubicación geográfica. De esta manera podemos establecer conexiones entre los atacantes y desarrollar una forma de romper toda la cadena".
Las autoridades estadounidenses pusieron su atención en el ransomware después de que unos hackers utilizaran esta técnica para atacar la red de oleoductos más grande del país, Colonial Pipeline. Los piratas informáticos paralizaron sus sistemas y exigieron un rescate con el fin de restaurar el acceso. La empresa de análisis Elliptic estima que el grupo de hackers DarkSide, al que se atribuyó la responsabilidad del ataque al Colonial Pipeline, ha recibido al menos 90 millones de dólares en bitcoins como rescates a lo largo de su historia.
Una fuente de Reuters ha destacado que la decisión del Departamento de Justicia de clasificar las investigaciones de ransomware como un procedimiento especial pone de manifiesto la gravedad del problema en Estados Unidos. Prácticas como esta se utilizan para una breve lista de cuestiones, que incluyen, por ejemplo, cuestiones de seguridad nacional. Carlin ha añadido:
"Hemos utilizado este modelo para el terrorismo antes, pero nunca para el ransomware".