Un antiguo empleado del intercambio de criptomonedas Cryptopia, que está en proceso de liquidación, ha confesado haber robado criptomonedas por valor de 172.000 dólares, según ha informado la publicación neozelandesa Stuff.
De acuerdo con la fiscalía, mientras trabajaba en el intercambio, el empleado copió las claves privadas de varias carteras en una unidad USB, que luego se llevó a su casa para transferirlas a su ordenador personal. Según los informes, estas claves le dieron acceso a más de 100 millones $ en varias criptomonedas. Después de acabar su contrato con el intercambio, este se guardó la información que había copiado.
El 3 de septiembre del año pasado, David Ruscoe de Grant Thornton, una firma de auditoría designada para administrar los activos del intercambio, recibió un correo electrónico de uno de los antiguos clientes de Cryptopia que dijo que accidentalmente había hecho un depósito en una dirección anterior y solicitó la devolución de los bitcoins.
Mientras investigaba las carteras, Grant Thornton descubrió que se habían incautado ilegalmente 13 bitcoins de varias carteras en una serie de transacciones. Posteriormente, dos bitcoins fueron transferidos a la dirección de un servicio de mezclado. El 10 de septiembre, Ruscoe recibió una carta de un exempleado de Cryptopia que, al enterarse del descubrimiento de Grant Thornton, confesó haber robado los bitcoins. Este afirmó que había devuelto parte de los activos robados y prometió pagar la totalidad a su debido tiempo. Al día siguiente, anunció la transferencia de seis bitcoins y solicitó garantías de que no sería procesado si devolvía el monto total. Ese mismo día, confirmó que había "devuelto todo".
Más tarde, mientras testificaba ante la policía, este admitió que copió las claves, las borró de la bóveda de Cryptopia, robó las criptomonedas y la transfirió a un servicio de mezclado. La policía ha dicho:
"El acusado ha admitido que estaba molesto por lo sucedido con Cryptopia, pero también estaba motivado por la creencia de que podía evitar la responsabilidad, ya que pensó que nadie revisaría las viejas carteras de depósito".