El grupo de hackers All World Cards ha puesto a la venta los datos de 1 millón de tarjetas de crédito en la darknet, según ha informado la CNBC citando a la empresa de ciberseguridad Q6.
La filtración ha afectado a tarjetas de crédito pertenecientes a ciudadanos de Estados Unidos y otros países.
El corresponsal del canal, Eamon Javers, ha dicho que un grupo de ciberdelincuentes "de habla rusa" ha llevado a cabo el ataque. De acuerdo con este, los hackers están dispuestos a proporcionar los datos obtenidos de forma gratuita "como una oferta publicitaria". Javers ha dicho:
"Un millón de tarjetas de crédito robadas es mucho, incluso en la darkweb, donde grandes cantidades de información de tarjetas de crédito robadas han estado a la venta durante años. Es probable que los delincuentes empiecen a usar estas tarjetas robadas en los próximos días, por lo que los bancos pronto sentirán las consecuencias".
Javers también ha publicado un anuncio supuestamente difundido por los hackers. En este se desvela que estamos hablando de tarjetas de crédito de 2018-2019.