Los reguladores de Suecia han dicho que la minería de bitcoin y otras criptomonedas basadas en el algoritmo proof-of-work podría evitar que el país y la Unión Europea cumplan con el Acuerdo de París sobre el Cambio Climático.
El director de la Autoridad de Conducta Financiera, Erik Thedéen, y el director de la Agencia de Protección Ambiental, Björn Risinger, han pedido la prohibición de la minería de criptoactivos de esta "manera que consume mucha energía".
Los funcionarios han destacado que la minería de criptomonedas genera unas emisiones de hasta 120 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera al año. Esto equivale a la huella de carbono de 100 millones de vuelos de ida y vuelta entre Suecia y Tailandia.
De acuerdo con los reguladores, la atención al tema del respeto al medio ambiente de la minería ha llevado al hecho de que cada vez más mineros estén barajando la posibilidad de utilizar fuentes de energía renovables. Debido a la disponibilidad y los bajos precios en Escandinavia, muchos participantes de la industria están considerando la idea de trasladarse a la región.
Desde abril, el consumo de electricidad para la minería ha aumentado en cientos por ciento en Suecia, y en agosto la cifra alcanzó 1 TWh. Los directores de departamento creen que el uso de energías renovables para la minería de criptomonedas es imprudente:
"Esta energía se necesita con urgencia para desarrollar acero libre de fósiles, la producción de baterías a gran escala y la electrificación de nuestro sector de transporte".
Thedéen y Risinger han hecho referencia a datos de la Universidad de Cambridge, según los cuales la electricidad utilizada para minar 1 BTC es suficiente para recorrer 1,8 millones de kilómetros en un vehículo eléctrico de tamaño mediano. Estos han añadido:
"Hay otros métodos de minería que también se pueden utilizar para el bitcoin y el ether, que se estima que reducen el consumo de energía en un 99,95% al tiempo que mantienen la funcionalidad".