La Autoridad Reguladora Prudencial de Australia (APRA, por sus siglas en inglés) está trabajando en el desarrollo de un nuevo marco normativo con el fin de hacer frente a la aparición de nuevos modelos de negocios centrados en los activos digitales, según ha informado el Financial Review.
La iniciativa, que es una de las prioridades de la institución para 2022, tiene como objetivo proteger la estabilidad financiera y apoyar la innovación.
APRA está colaborando con otros miembros del Consejo Regulador, así como con socios internacionales. Estos últimos están preparando una lista de reglas para trabajar con activos digitales en relación con los bancos.
El documento hace referencia al "enfoque tecnológicamente neutral" del Comité de Supervisión Bancaria de Basilea. Este implica establecer los mismos requisitos de capital y liquidez para los activos digitales cuando estos representen el mismo riesgo que los activos tradicionales.
El regulador pretende simplificar el marco prudencial para las pequeñas empresas, "reduciendo la carga donde sea posible sin sacrificar la seguridad".
Cabe destacar que el APRA ha admitido que la introducción del blockchain para digitalizar transacciones podría mejorar la regulación.