Según se desprende de un estudio llevado a cabo por el Cambridge Centre for Alternative Finance (CCAF), desde la creación de la red del bitcoin hasta el 21 de septiembre, los mineros han generado 199,65 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente.
La cifra anual está en el nivel de 48,35 millones de toneladas de CO₂, que equivale al 0,1% de las emisiones globales.
Cabe destacar que Nepal produce un volumen similar de gas: 48,37 millones de toneladas y la República Centroafricana, 46,58 millones de toneladas. A modo de comparación, la industria de la minería del oro produce 100,4 millones de toneladas de gases de efecto invernadero al año.
Las cifras se basan en la distribución geográfica de la minería de bitcoins en enero de este año. El CCAF ha combinado los datos más recientes con información disponible públicamente sobre la generación de electricidad en diferentes regiones.
Al mismo tiempo, la información no cubre las medidas para reducir las emisiones.