La Junta de Estabilidad Financiera (FSB, por sus siglas en inglés) del G20 ha desarrollado una serie de recomendaciones para un marco regulatorio global para las criptomonedas.
Según se ha informado, el documento está formado por dos conjuntos de recomendaciones: regulación de alto nivel de los activos digitales en general y recomendaciones revisadas de alto nivel para una "criptomoneda estable global".
De acuerdo con el documento, cualquier emisor de una criptomoneda estable debe tener una o más personas o entidades legales identificables y responsables: un "órgano de gobierno". Debe tener activos de reserva en una proporción mínima de 1:1 y tener permiso para trabajar en cada jurisdicción individual.
El FSB ha dicho que las plataformas de criptomonedas deberían separar los activos digitales de los clientes de sus propios fondos y separar claramente sus funciones con el fin de evitar conflictos de intereses. Los reguladores, a su vez, están obligados a garantizar la cooperación transfronteriza en el tema de la supervisión de los participantes del sector.
La guía ha sido desarrollada para las 20 de las principales economías del mundo y se basa en el principio de "misma actividad, mismo riesgo, misma regulación".
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