El Banco Central de Brasil ha promulgado un nuevo marco regulatorio integral para la industria de los activos digitales, que extiende de manera efectiva las mismas normas que rigen las finanzas tradicionales a los proveedores de servicios de criptomonedas.
Las normas, anunciadas el lunes, exigen que las empresas obtengan una autorización formal del Banco Central para operar y cumplan con requisitos estrictos en materia de protección al cliente, gobernanza y controles contra el lavado de dinero.
La normativa clasifica a los proveedores en tres categorías: intermediarios, custodios y corredores.
También incluye actividades de criptomonedas clave, como la negociación de monedas estables vinculadas a monedas fiduciarias y el uso de criptomonedas para transferencias internacionales, en el ámbito de aplicación de la normativa cambiaria vigente.
Además, las transacciones en las que participen contrapartes no autorizadas tendrán un límite máximo de 100.000 dólares.