¿Qué es una ICO? Guía para inversores principiantes
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4 de Julio de 2017

Las compañías que trabajan con blockchain no dejan de sorprendernos. Ahora nos han obligado a replantearnos el significado de la recaudación de capital.

Las ofertas iniciales de monedas (ICOs por sus siglas en inglés) tan solo eran comprensibles y accesibles por un pequeño grupo de aficionados a la tecnología blockchain.

Sin embargo, ahora están ganando rápidamente popularidad entre los inversores en riesgo. La OpenANX Foundation, con sede en Hong Kong, se ha convertido en la última empresa en lanzar una ICO con el fin de recaudar 22.500 millones de dólares. Y hay otras muchas empresas decididas a hacer lo mismo.

Si está interesado en este nuevo medio de inversión, esto es todo lo que debe saber al respecto.

¿Qué es una ICO?

Una ICO es un híbrido entre crowdfunding y recaudación de capital. Se trata del método empleado por los desarrolladores de la tecnología blockchain para recaudar fondos para un nuevo proyecto.

En la actualidad, la recaudación de capital se realiza mediante el pre-lanzamiento de una nueva moneda virtual, que se intercambia por una moneda digital existente (como el bitcoin el ethereum). Esta moneda digital da acceso al proyecto de desarrollo una vez este se pone en marcha. Además, si el proyecto tiene éxito, los primeros inversores se beneficiarán de un aumento del valor de la nueva moneda.

¿Qué es una ICO?
¿Qué es una ICO?

¿Cómo se lleva a cabo una ICO?

El proceso tecnológico de una ICO es muy simple. La nueva moneda digital es transferida a un inversor mediante un contrato inteligente a cambio de una determinada cantidad de dinero. Los fondos recaudados suelen proporcionarse a los desarrolladores mediante un depósito en moneda digital.

Los documentos preparados para un ICO incluyen un White Paper o libro oficial que contiene información general sobre el proyecto de blockchain y las monedas digitales que se planean emitir. A veces este va acompañado de un Technical White Paper o libro blanco técnico, que profundiza en los aspectos técnicos del proyecto. Las ICOs mejor estructuradas pueden ir acompañadas a su vez de un Memorando de Oferta, un documento que describe los diversos factores de riesgo y el proceso de inversión.

¿Quién invierte en ICOs?

Los principales inversores, quienes tienen especial interés por Asia, incluyen:

  • Pantera Capital, la primera empresa de inversión de bitcoin de Estados Unidos, se dedica exclusivamente a invertir en tecnologías blockchain. Pantera ha realizado inversiones en Z Cash, Ripple Labs y coins.ph.
  • Blockchain Capital, fundada en 2013, fue el primer fondo de capital riesgo que aceptó solicitudes de capital a través de bitcoin. Sigue centrándose en las inversiones en ecosistemas bitcoin y blockchain. Entre sus inversiones más importantes se encuentran Coinbase y Wave.
  • Digital Currency Group es una empresa de inversión que destaca por haber apoyado a varias empresas de blockchain en Asia, incluyendo Melotic, Luno y BTCC.
  • Fenbushi Venture Capital es la primera empresa de capital riesgo con sede en China que invierte exclusivamente en proyectos blockchain. Sus mayores inversiones son Abra y Symbiont.

¿Por qué las empresas de capital de riesgo están interesadas en las ICOs?

Algunas empresas de capital riesgo se han dado cuenta de que el principal valor de la nueva tecnología es en el protocolo en sí y no las aplicaciones.

Las monedas digitales permiten a los creadores de un protocolo blockchain obtener beneficios económicos directamente. Esto se realiza mediante la reserva de una determinada cantidad de monedas para los desarrolladores, los primeros inversores o los primeros que empiecen a utilizar la moneda. Cuando el proyecto se pone en marcha y alcanza el éxito, ese primer grupo de seguidores puede crear un bucle de retroalimentación de inversión positiva. Las aplicaciones exitosas basadas en el protocolo blockchain sirven para atraer interés en el protocolo subyacente, que ya cuenta con su propio mercado. Conforme aumenta el precio, el valor de mercado del protocolo debería aumentar más rápido que el de cualquiera de las aplicaciones que lo utilice.

Uno de los principales atractivos de las ICOs es que la nueva moneda digital puede intercambiarse por otra criptomoneda más popular, y esta a su vez se puede intercambiar por dinero, lo que se traduce en una gran liquidez.

¿Están reguladas las ICOs?

No mucho en estos momentos, pero hay otra pregunta sobre la que deberíamos reflexionar: ¿Deberían estar reguladas?

Muchas de las características de las ICOs son similares a los valores. Los documentos emitidos con una ICO se basan en los documentos que se emplean en las salidas a Bolsa. Incluso la frase "oferta inicial de monedas" es similar a "oferta pública inicial".

Los que argumentan que los ICO no son valores, defienden lo siguiente:

  • Una ICO no ofrece ningún tipo de participación a sus inversores.
  • Durante una ICO solo se pueden comprar criptomonedas, y estas no son un valor.
  • Una ICO es un instrumento global, no nacional, y no está controlado por ninguna autoridad o banco central.
  • Una moneda digital emitida en una ICO se puede utilizar para acceder al blockchain que se está desarrollando.

Mientras tanto, los que creen que las ICOs son valores defienden que las monedas emitidas cumplen con los criterios tradicionales que definen a un valor. Los compradores de una ICO esperan conseguir ciertos beneficios. Cuando algo se ofrece para invertir o especular, debería considerarse como un valor. El cada vez mayor interés de las autoridades reguladoras se ha producido ahora que el público general tiene acceso a este proceso.

¿Cuáles son los riesgos?

Las ICOs suelen lanzarse en una etapa muy temprana de desarrollo, a veces apenas después de desarrollar el concepto del proyecto. Cualquier inversión en una empresa en etapa inicial entraña un gran riesgo.

El blockchain es una tecnología nueva y que todavía está desarrollándose. No cuenta con una infraestructura de calidad. No es adecuada para los inversores acostumbrados a intermediarios profesionales que controlan la información pública y gestionan sus inversiones en un entorno regulado.

Muchas ICOs no cumplen con las regulaciones relativas a la lucha contra el blanqueo de dinero y el fraude.

La infraestructura de las ICOs no proporciona ningún tipo de control sobre el gasto ni sobre cómo se desarrolla el proyecto de blockchain. No hay nada que impida que el desarrollador se quede con los fondos que ha conseguido reunir.

Sin embargo, no dejan de atraer cada vez una mayor atención. En el futuro, acabarán atrayendo a los que deseen recaudar capital en un entorno no regulado con poca responsabilidad así como a más inversores públicos que no comprendan los riesgos subyacentes de la inversión. Se trata de una combinación muy peligrosa.

¿Qué va a suceder a continuación?

Las ICOs han llegado para quedarse. Muchos creen que su valor reside en los proyectos que surgen a raíz de esta financiación. Las ICOs combinan una financiación rentable con la construcción de una red motivada de partidarios. Esto soluciona de un plumazo el problema de escasez de financiación al que se enfrentan las empresas privadas de todo el mundo a la hora de encontrar un inversor estratégico o salir a Bolsa.

Los reguladores seguirán vigilando las ICOs de cerca. Algunos de ellos ya han empezado a incorporar la tecnología blockchain para comprender cómo funciona y cuáles son sus riesgos. El silencio o la inacción de los reguladores no deben ser interpretados como un signo de aprobación. Si en alguna de estas ICOs los inversores minoristas pierden su dinero, las autoridades no tendrán más remedio que intervenir.

Mientras tanto, los organizadores de las ICOs deberían empezar a incorporar medidas de seguridad con el fin de mitigar su responsabilidad en el caso de que las autoridades decidan intervenir. Entre estas medias, podrían incluirse:

  • Posponer la emisión de monedas hasta que la red subyacente esté en pleno funcionamiento.
  • Emplear monedas que tengan un valor auténtico y evitar las que solo sean un medio de inversión especulativa.
  • Construir con software de código abierto y utilizar un blockchain abierto y transparente.
  • Ejecutar el proceso como si se tratara de una inversión regulada, incluyendo información sobre los riesgos para los inversores así como medidas para luchar contra el fraude y el blanqueo de dinero.
  • Reservar una parte de las monedas digitales como un fondo de reserva para cumplir con las obligaciones de licencia (en el caso de que sea necesario) o con posibles costes regulatorios o multas.
  • Prohibir a los desarrolladores vender sus fichas hasta que el proyecto haya alcanzado sus objetivos.

En estos momentos las OCIs son el salvaje oeste del sector financiero. Sin embargo, en el pasado muchos mercados emergentes han acabado adoptando las normas oportunas y adaptándose. Si la tecnología se desarrolla de forma adecuada, acabará atrayendo cada vez a más personas, y con ellas, una mayor financiación.

Fuente: Forbes

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