¿Realmente necesita celebrar una ICO?
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Las ICOs funcionan de la siguiente forma: las empresas que crean criptomonedas declaran que tienen la intención de recaudar una determinada cantidad de dinero y luego distribuirlo entre los inversores en forma de tokens. 2017 fue el año de las ICOs, ya que todo el mundo lanzó sus propios tokens: empresas cinematográficas, famosos, startups poco conocidas pero prometedoras... Sin embargo, no todo el mundo debería seguir esta moda. Le contamos cómo averiguar si necesita emitir tokens o si vale la pena recurrir a mecanismos de financiación más tradicionales.

Esta es la primera pregunta que todo equipo de criptomonedas necesita hacerse a sí mismo y es una, que francamente, debería ser planteada con mayor frecuencia.

La realidad es que cualquiera que piense en poner en marcha una ICO necesita tomarse algún tiempo para decidir si es realmente necesario celebrarla. Esto le ayudará a todo el mundo, especialmente a usted y a su proyecto, a ahorrar mucho tiempo y energía.

William Mougayar lo explicó bien cuando dijo que un toke es simplemente:

“Una unidad de valor que una organización crea para autogobernar su modelo de negocio y permitir a sus usuarios interactuar con sus productos, a la vez que facilita la distribución de recompensas y beneficios a todas las partes interesadas”.

Ese es el objetivo de una distribución de tokens: distribuir algo que tiene valor y forma parte integral de su negocio a un grupo clave de partidarios.

Una buena campaña de marketing puede ayudar a conseguir los primeros patrocinadores del proyecto. Sin embargo, el uso real de los tokens y su papel en su modelo de negocio son los factores más importantes que afectarán al éxito de su token a largo plazo.

Aparte de si su modelo de negocio se beneficiará de una distribución de tokens a largo plazo, estas son algunas otras preguntas clave que debería plantearse antes de embarcarse en la aventura de celebrar una oferta inicial de monedas:

  • ¿Tiene alguna utilidad el token? ¿Realmente necesita la moneda?
  • ¿Cuál es el valor de tener la moneda?
  • ¿Qué añadirá su plataforma a la comunidad de las criptomonedas/blockchain que no esté ya siendo atendido por otro proyecto?
  • ¿Necesita su tecnología su propio token, u otro le serviría para el mismo propósito?
  • ¿Cómo ofrecerá su token? ¿Qué método de distribución de tokens utilizará?
  • ¿Cómo se emitirán y aceptarán las contribuciones? ¿Bitcoin, ethereum u otra criptomoneda?
  • ¿Cuáles son los usos reales de su token?
  • ¿Por qué debería celebrar una ICO?

En algunos aspectos, una ICO es similar a una OPI en la que una empresa ofrece por primera vez al público en general acciones de su empresa. Sin embargo, existen algunas diferencias esenciales.

La principal diferencia es que con una oferta pública inicial, usted está comprando una parte de la empresa. Con un ICO, no.

Existe mucha más flexibilidad con una ICO y lo que usted, el empresario, está vendiendo al público puede variar mucho en función de la moneda. A diferencia de las OPIs, actualmente existen muy pocas (o incluso ninguna) regulaciones que gobiernen las ICOs y lo que realmente se requiere hacer.

El nombre “ICO” es en realidad un nombre un poco equivocado. “Acontecimiento de Donación de Tokens” o “Crowdfunding de Tokens” sería una forma mucho más precisa de describir una ICO.

Sepa en qué se está metiendo: La mayoría de las ICOs fracasarán

Aunque ha habido algunas ICOs de gran éxito a lo largo de los años, también ha habido muchos fracasos. Lamentablemente, muchas de las ICOs son una basura, e incluso la mayoría de las buenas fracasarán. Esa es la predicción de Vitalik Buterin.

Cuando Buterin dijo esto, se refería a un nuevo proyecto en su conjunto, no específicamente a las ICOs en sí. Es decir, es posible celebrar una ICO con éxito, contar con un gran equipo y una gran tecnología, pero en última instancia, no tener éxito en lo que uno se propone hacer.

Dicho esto, si consideramos si las ICOs lograron su objetivo de financiación, la mayoría tampoco lo hicieron. El número de ICOs que no alcanzaron sus objetivos aumentó de solo el 7% en junio de 2017 al 66% en septiembre del mismo año.

Cuando nos referimos al fracaso de una ICO, generalmente nos referimos al “fracaso en la consecución de su objetivo de financiación”, y no el fracaso del proyecto en su conjunto.

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